Cuando este lunes Marcelo Tinelli, el conductor más importante de la Argentina y uno de los principales de la región, pase a gritar su ya característico saludo de «buenas noches, América», el mensaje tendrá una dimensión doble, una literal y otra más emocional. La primera es simple: la nueva edición del Bailando por un sueño, esa porción de Showmatch que cobró identidad propia con el tiempo, estrena esta noche a las 22 horas su decimoquinta temporada y lo hace por primera vez en América TV, una señal en la que Tinelli ejerce desde hace algunos meses como director de contenidos.
La segunda de esas dimensiones, sin embargo, va por otro lado: el regreso del Bailando es, en algún sentido, una especie de reencuentro con un formato cuya última entrega databa de 2019 y que, cuatro años después, vuelve a la pantalla de la región con el entusiasmo renovado de parte de su conductor. Y es que si bien la conducción de los programas que lo ocuparon durante este tiempo, La Academia y Canta conmigo ahora, le significaron otro tipo de vínculo con el entretenimiento en pantalla, Tinelli sabe que hay fórmulas probadas y el Bailando lo es. Es una marca, un mojón de su carrera y es, también, algo así como una suerte de patrimonio de esa televisión argentina vinculada a la farándula, el espectáculo y, sobre todo, al show mediático.
Sobre el regreso del programa, la presencia de tres concursantes uruguayos —Maxi de la Cruz, Fernanda Sosa y Mónica Farro—, y esta nueva etapa en América, Tinelli habló en exclusiva con El Observador.
¿Qué significa este regreso del Bailando, a cuatro años de la última edición del formato?
Lo vivo con la misma pasión y ganas de siempre. Para mí lo más importante en este momento de la vida es sentir eso, ese cosquilleo, ese nerviosismo, como si fuera no ya el Bailando 2019, sino el primer programa de VideoMatch, allá por los 90. Siento las mismas ganas y creo que lo más lindo es volver a intentarlo. Siempre digo que hay que volver a intentarlo, volver a estar en el lugar que uno ama; yo amo la televisión, amo los medios, me gusta estar presente pudiendo no estar tranquilamente, me fascina lo que hago. Como le digo a mis hijos: hay que ir en busca de los sueños, y este es un nuevo sueño, un nuevo despertar para todos, en un nuevo canal también. América está en el tercer lugar acá en la Argentina, pero viene creciendo y me gusta ser parte de ese crecimiento. Me gusta trabajar y aportar mi granito de arena para que este equipo pueda crecer. Estoy muy feliz de volver a la televisión y que me pase lo mismo de siempre: esta enorme alegría de volver y ese cosquilleo en la panza.
¿Hay algo de búsqueda de tu parte en poder volver a sentir ese nerviosismo, o es puramente inconsciente?
No, es natural, es inconsciente. Siempre fui una persona con percepción, intuición, y por supuesto que después uno tiene herramientas para ver qué cosas pueden andar y qué no, eso te lo da la misma televisión, el minuto a minuto o un montón de situaciones que vas viviendo. Pero siempre algo en la panza, en el medio del pecho, está bueno sentir. Por supuesto te podés equivocar, está claro, pero también está bueno saber corregir. En la vida lo más lindo es hacer lo que a uno le gusta e intentarlo, y si funciona y le gusta a la gente, bienvenido.
¿Hay alguna rutina para estos días previos que sigas o pongas en práctica?
Ya me empiezo a cuidar mucho con las comidas, no tomo alcohol. Ayer fue el último día, tuve una comida con mis hijos acá en casa y ya está. Después voy al gimnasio todos los días, de lunes a domingo. Mañana también tengo ensayo desde temprano, tengo varias cosas que hacer, tengo que repasar algunas cosas del comienzo del programa, ver la escenografía. Estamos llegando con muy poco tiempo, estamos muy justos porque tuvimos que armar un estudio desde cero, por eso se demoró tanto el certamen. Tuvimos que cambiar varias veces de estudio, hasta que terminamos en este que es muy lindo, muy grande, pero tuvimos que hacer todo de cero: bajar un control, una mesa de sonido, colocar las luces blancas de fondo, colocar todas las luces led, armar la tribuna, la cabina del streaming, una escenografía completa, colocar todas las pantallas. Y todo eso en un país que además va cambiando los precios permanentemente, o sea que el presupuesto que hacés en enero o febrero, cuando lo querés cumplir en agosto te quedaste cortísimo. Pero vamos a llegar bien, estamos ensayando todos. Esta última semana ha sido muy fuerte. Y el lunes mi rutina va a ser ir al gimnasio y al peluquero al mediodía, porque quiero ponerme el pelo un poco más blanco todavía. Después voy a llegar temprano al estudio porque quiero ver todo. Pensá que va a haber mucha gente, la tribuna tiene casi 500 personas.
Volvés a un programa con público, entonces.
Para mí es el formato que el Bailando tiene que tener, con gente a los costados, donde sean tan importantes el participante como el que viene de atrás, o sus acompañantes. También vuelve el jurado original. Este año hay un montón de cosas que le fuimos agregando a partir de las nuevas tendencias en comunicación. Vamos a tener un streaming diario de siete de la tarde hasta las doce o una de la mañana, vamos a estar transmitiendo todo el tiempo más allá de que el programa se esté emitiendo también. También vamos a tener una cabina de descargos, algo que nunca habíamos hecho y por la que los participantes sí o sí van a tener que pasar y decir lo que sintieron con respecto al baile y a la devolución del jurado.
Sobre los participantes: hay tres uruguayos en el certamen. ¿Qué expectativas tenés sobre la participación de Mónica Farro, Maxi de la Cruz y Fernanda Sosa?
A mí particularmente me encanta que haya participantes uruguayos, porque siento a Uruguay como mi país también. De hecho, soy residente, tengo un contacto de muchos años y conozco perfectamente como se maneja todo allá. Conozco a mucha gente y siento que está bueno que podamos estar saliendo también a través de Teledoce. Sobre los participantes, que esté Mónica a mí me gusta porque es una de las pocas vedettes que quedan en Argentina. Es una mujer que además es muy buena jugadora de este tipo de certámenes, entiende a la perfección el show, y más allá de ser muy linda y agradable, es una mujer de lengua picante y eso la hace funcional al show televisivo. Maxi de la Cruz para mí es uno de los mejores humoristas que tiene Uruguay. Se lo digo siempre a Seba Almada, a Pichu Straneo, siempre les dije “un día tienen que traerlo a Maxi”. Lo admiro mucho, me encanta cómo conduce, todo lo que ha hecho, La máscara y lo demás. Me encanta verlo actuar, me hace reír mucho, lo miro y me río, me pasa como me pasa como con Freddy, con Seba, que me río cuando los tengo delante de mí. Últimamente lo vi actuar, porque estuvo con mi ex trabajando en Los 39 escalones, y la rompió. Me parece un capo total. Y Fernanda Sosa es una influencer que viene desde Miami, con otro color totalmente diferente a lo que tenemos acá, y me gusta eso de que nos preguntemos “bueno ¿quién es? ¿cómo es? ¿qué tiene? ¿qué trae?”. Va a tener que demostrar, pero me parece que es muy funcional por lo que ya he hablado con ella y por lo que me contó la producción. Está muy preparada para el show.
Fuente: elobservador.com.uy
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